La misión de todo negocio es brindar un servicio excelente al cliente y qué mejor que un spa para llevar a cabo este cometido, ya que ofrece experiencias de bienestar, salud, belleza y relax.
Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de que disponemos de un recurso muy poderoso para hacer todavía más satisfactoria esta experiencia: los productos.
Ventajas de ofrecer productos en el spa
Muchos spas se centran exclusivamente en ofrecer sus tratamientos. Lo que ocurre es que estos servicios presentan ciertas limitaciones, ya que dependen, entre otros factores, del:
- Número de especialistas y turnos correspondientes.
- Número de cabinas disponibles.
- Horario de atención al público.
Con los productos ocurre exactamente lo contrario, ya que sólo necesitarás un pequeño espacio donde almacenarlos y un expositor para mostrarlos.
En qué momento vender los productos
Vender es un arte y debemos saber en qué momento es conveniente sugerir la compra de un producto al cliente. Por eso, te recomendamos que, al margen de tener expuestos y visibles tus productos en el spa, realices estas dos acciones:
- Mostrar un producto relacionado con el tratamiento una vez finalizado el servicio.
- Ofrecer estos productos a través de la web cuando el cliente haya seleccionado su tratamiento.
Esta técnica se conoce como venta cruzada y consiste precisamente en sugerir la compra de un producto relacionado con el servicio principal.
Cómo aplicar esta técnica en tu spa
Pongamos un ejemplo: una persona reserva un tratamiento de aromaterapia a través de tu web. ¿Qué tal si le ofreces también unas velas aromáticas, unos aceites esenciales o un perfume para que pueda disfrutar de la experiencia en casa? Es muy posible que el cliente quiera comprar estos productos porque son complementarios al tratamiento y le aportan un valor adicional.
Puedes hacer una prueba y ver cómo te funciona. Si la persona no lo desea no perderás nada y si finalmente lo hace habrás servido mejor al cliente.